El anonimato ‘online’ vale 35 euros y cabe en la palma de la mano

El anonimato ‘online’ vale 35 euros y cabe en la palma de la mano

 

Un grupo de amigos desarrolladores, cervezas y tacos. Así nació la idea de Anonabox, una pequeña caja presentada esta semana en Kickstarter que se conecta al router para garantizar la privacidad y el anonimato de toda la red a través de Tor, un software que encripta el tráfico de internet de forma segura para eliminar las huellas digitales. El proyecto ha logrado los 6.000 euros que necesitaba en unas pocas horas, aunque es posible colaborar con él hasta el 12 de noviembre.

Instalar Tor en el ordenador no es muy complicado, pero solamente protege la navegación web. Para que todo el tráfico de la computadora sea protegido por este sistema, es necesario tener conocimientos técnicos más elevados. Anonabox se conecta directamente al router y protege la privacidad de toda la red. “Está diseñado para que su uso sea lo más sencillo posible”, explica a Teknautas August Germar, responsable del proyecto, quien asegura que “no es necesario instalar ningún software ni configurar el ordenador”.

El precio del dispositivo es de unos 35 euros, aunque a esta hora la donación mínima para obtener uno es de 40 euros –más 11 euros de gastos de envío para España–. Germar, eso sí, no asegura que el artículo se pueda adquirir finalizada la fecha límite.

¿Cómo se usa esta pequeña caja del anonimato? Solo es necesario conectarla al router y a la corriente . Tras eso, cualquier dispositivo que acceda a la red por wifi o cable –ordenadores, teléfonos y tabletas– podrá acceder a la red Tor automáticamente sin tener que configurar nada. El aparato está creado con código abierto, para que cualquier desarrollador pueda crear sus propios usos, modificarlo y mejorarlo.

Han sido necesarios cuatro años de trabajo y tres generaciones de cajas más grandes y caras para desarrollar Anonabox. Está pensado para países occidentales, pero sin olvidar a los gobiernos más represivos. Por ese motivo es portátil –en un paquete de tabaco cabrían dos– y se alimenta por microUSB, un sistema estándar en todo el mundo. Además, al no requerir instalación ni configuración alguna, puede utilizarse en cibercafés y luego esconderlo en el bolsillo. O incluso romperlo de un pisotón si fuera necesario.

En la variedad está el gusto

Anonabox no es el primer intento de desarrollar un dispositivo como este. Safeplug, por ejemplo, salió a la venta en 2013 por unos 36 euros y funciona de forma muy similar. Germar, sin embargo, considera que este aparato “no es portable” y, sobre todo, “no es de código abierto”. De hecho, un estudio de la Universidad de Princeton asegura que el firmware de Safeplug no es seguro.

La seguridad de Anonabox todavía no se ha demostrado, pero al estar diseñada con código abierto será más fácil detectar y corregir cualquier posible error.

Otras alternativas a Anonabox son más caras –Torouter cuesta casi 100 euros–, requieren modificar el software del router –como es el caso de PORTAL–, o incluso construir uno desde cero –OnionPi–. Opciones que no están al alcance de muchos usuarios, ya sea por causas económicas o por falta de habilidades técnicas.

La última posibilidad es instalar Tor directamente en el ordenador, algo que solo protegerá un dispositivo, en vez de a todos los aparatos conectados a la red. “La idea consiste en lograr la seguridad mediante el aislamiento del hardware”, explica Germar. El experto asegura que de esta forma es “mucho menos probable” revelar información por accidente.

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Criticar al Gobierno sin miedo… o ver el fútbol

Germar asegura que el uso de Tor y anonabox beneficiaría a un amplio rango de gente, “desde activistas políticos y periodistas a militares y cuerpos de seguridad”. El desarrollador pone como ejemplo el caso de cómo unos bibliotecarios de Massachusetts utilizaron esta red de anonimato para proteger la privacidad de investigadores que trabajaran con temas “sensibles”.

En una red doméstica, Anonabox permite compartir el wifi entre compañeros de piso, familiares y visitantes de forma fiable. El wifi público de hoteles y bares sería seguro para los clientes, mientras que los dueños no tendrían que preocuparse del uso que se hace de internet en sus establecimientos.

La cajita también protege la privacidad de cara a anunciantes y ladrones de identidad, y los amantes del deporte podrán evitar el bloqueo regional que impide ver partidos online en algunos países. Aunque todos estos son posibles usos, a los que los propios usuarios sumarán más: “Tenemos ganas de ver para qué más se utilizan”, explica Germar.

Por todos estos motivos Tor, el alma de Anonabox, ha desatado la ira de varios gobiernos –como China, Rusia y Austria– que intentan censurar la red anticensura. Germer lo compara con una “carrera armamentística donde el cerebro es el arma”. Por ello explica que “evoluciona” continuamente: “Cuando alguien consigue bloquearlo, aparece una nueva versión que lo evita”.

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Sin embargo, el uso de Tor y Anonabox no sirve de nada si los usuarios no cambian determinados comportamientos en la red. “Imposibilita el ligar la fuente con el destino, y hay quien confunde eso con el anonimato”, explicaba a MIT Technology Review el experto en herramientas de anonimato de la Universidad de Nevada, Mehmet Güneş. Esto quiere decir que es necesario tomar algunas precauciones adicionales como evitar cookies, cualquier complemento como Java y Flash, y usar siempre el protocolo HTTPS.

El propio Edward Snowden ya aseguró, durante una charla por teleconferencia en el festival South by Southwest, que Tor era su opción favorita para lograr una mayor seguridad digital. Un dispositivo como Anonabox podría introducir este sistema en los ordenadores y móviles de cualquier persona preocupada por su privacidad en la red.

 

 

Fuente: El Confidencial



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