Qué son las brechas de seguridad, cómo te pueden afectar y cómo protegerte

Qué son las brechas de seguridad, cómo te pueden afectar y cómo protegerte

Te ofrecemos algunos consejos que debes tener en cuenta si crees que tu información puede haberse visto comprometida

Los vehículos en los que nos trasladamos son cada vez más seguros gracias a la eficacia de las medidas de seguridad que incorporan. En cualquier caso, no puede afirmarse que los vehículos sean completamente seguros, ya que el riesgo sigue existiendo. Los sistemas informáticos en los que nuestros datos personales son almacenados y procesados también son cada vez más seguros pero, como cualquier otro producto o servicio, se encuentran sujetos a posibles errores o fallos de funcionamiento que, en ocasiones, pueden terminar afectando a nuestra información personal, permitiendo que otras personas puedan tener acceso a nuestros datos personales. Esto es lo que se conoce como una “brecha de seguridad”.

En la actualidad, la Ley General de Telecomunicaciones (LGT) obliga a los operadoras de servicios de comunicaciones electrónicas a notificar las brechas de seguridad que afecten a datos personales, pero como consecuencia de la aplicación del nuevo Reglamento General de Protección de datos (RGPD) el 25 de mayo de 2018 esta obligación afectará a todos los responsables del tratamientos de datos personales. Con independencia de esa obligación legal, algunas entidades responsables ya comunican sus brechas de seguridad tanto a la Agencia Española de Protección de Datos como a los propios afectados.

Con frecuencia, cuando se nos informa acerca de una posible brecha de seguridad nos pueden dar alguna información sobre las medidas que han tomado o alguna recomendación para mitigar en lo posible la repercusión que pueda tener para nuestra información personal. Posiblemente hayas recibido en algún momento una de estas comunicaciones en la que se te informa que tu información personal se ha visto afectada y que deberías tomar algunas medidas. Puede que te den alguna indicación de la información que se ha visto afectada o comprometida, pero siempre tendrás que valorar el alcance o las posibilidades de que esa información abra las puertas a otras informaciones sobre tu persona. Por ejemplo, es posible que para no tener que recordar muchas contraseñas utilices para todos los servicios en los que te registras el mismo identificador (tu dirección de correo electrónico) y la misma contraseña. Si la brecha de seguridad ha dejado al descubierto tu contraseña significa que alguien podría utilizar tus datos personales y tu contraseña en cualquiera de los servicios en los que te hayas registrado: correo electrónico, redes sociales, portales de compras online, banca electrónica, etc.

Cuando se ve afectada tu contraseña la primera medida que deberías de tener en cuenta es cambiarla. Y si has utilizado la misma contraseña en varios servicios deberías cambiarla en todos aquellos en los que hubiera sido utilizada. En ningún caso es recomendable que utilices la misma contraseña en varios servicios. Para gestionar tus contraseñas puedes consultar las fichas número dos y tres de La guía de privacidad y seguridad en internet donde te damos algunas sugerencias para la gestión de tus contraseñas.

Y no olvides que si se hubieran podido ver comprometidos tus datos bancarios, como por ejemplo los números de tus tarjetas de crédito, deberías ponerlo en conocimiento de tu banco de inmediato para que te sugiera cuáles serían las medidas más apropiadas a tener en cuenta.

[Aquí puedes consultar el post que publicamos con consejos y recomendaciones a los usuarios de Yahoo ante el hackeo de sus sistemas]

 

 

Fuente: Agencia Española de Protección de Datos



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